martes, 1 de julio de 2008

Muelle embarcadero.

Vibradores para "sacudir" los vagones de mineral una vez vacíos. De ese modo se evitaba que quedasen restos adheridos en su estructura.
Nicolás Chaparro.
Muelle embarcadero.

La magnífica obra anteriormente descrita, ha costado a la empresa Río-Tinto cuatro millones de pesetas en números redondo. ¡Lástima grande que esta maravilla de los tiempos modernos se haya dejado construir, por negligencia del Ayuntamiento de Huelva y por la falta de energía de otras autoridades, en un sitio que más o menos tarde ha de perjudicar a la navegación por el puerto, siendo tal vez origen de serios conflictos entre el municipio y la empresa! ¡Lástima también que se hayan hecho concesiones de dilatadas marismas a la citada empresa para almacenes, talleres y estaciones en el sitio que ocupan, sin haber interpuesto la municipalidad su veto adquiriéndolas para ensanche y paseos públicos de la población, obligando a la referida empresa Río-Tinto y a la del ferrocarril de Sevilla a Huelva a que hubieran solicitado para los respectivos servicios las marismas del O. de la capital, y emplazado sus muelles a la derecha del de madera, sin perjuicio para sus intereses y servicios, con señalada ventaja para Huelva en la época presente y sin crear dificultades para el porvenir!

SANTAMARÍA, BRAULIO. HUELVA Y LA RÁBIDA. 1882. Edición fascimil de la Universidad Hispanoamericana de La Rábida. Original cedido por la Excelentísma Diputación Provincial de Huelva en 1991. Gráficas Anel. Granada.

Muelle embarcadero.

Las distancias longitudinales del muelle son las siguientes:

El primer tramo que es de madera y al que hemos llamado viaducto tiene 236 metros. El segundo de hierro en una rasante recta ascendente tiene 183 metros. El tercero de id. en curva de 183 metros de radio y en dos rasantes, ascendente la primera y descedente la segunda tiene 237 metros. Y el cuarto de id. recto en dos rasantes tiene 161 metros. Que hacen un total de 817metros.

SANTAMARÍA, BRAULIO. HUELVA Y LA RÁBIDA. 1882. Edición fascimil de la Universidad Hispanoamericana de La Rábida. Original cedido por la Excelentísma Diputación Provincial de Huelva en 1991. Gráficas Anel. Granada.

Al fondo, muelle de Tharsis.
Polo Químico de Huelva.
Remolcador por la desembocadura del río Odiel.
Muelle embarcadero.

El muelle de hierro tiene un piso inferior, independientemente del que hasta ahora hemos descrito, que está a poco más de un metro de altura sobre las altas mareas y unos cinco más bajo que el superior al principio de éste, creciendo esta altura hasta nueve metros que es la general en toda la extensión del muelle. El referido piso bajo sirve para la línea férrea de Sevilla a Huelva, que va por el costado derecho del viaducto, pasando por debajo de ésta para enlazar con el muelle. Hay en él una sóla línea horizontal que al empezar la parte curva en donde se ensancha el muelle, se divide en tres que llegan hasta el final donde existen una grua de vapor y otra simple para las operaciones de carga y descarga, que utiliza además la línea de Río-Tinto al alijar el carbón y material, sacándolo por el costado derecho.

SANTAMARÍA, BRAULIO. HUELVA Y LA RÁBIDA. 1882. Edición fascimil de la Universidad Hispanoamericana de La Rábida. Original cedido por la Excelentísma Diputación Provincial de Huelva en 1991. Gráficas Anel. Granada.

Barco hundido y Estadio Colombino.
Muelle embarcadero.

Aunque sería posible mayor resultado, lo general es que cada grupo de tolvas cargue en el día 1.500 toneladas, pues en la actualidad se vienen cargando en tres horas y media mil toneladas por un solo grupo; de manera que teniendo en cuenta el tiempo que invierten los barcos en atracar y desatracar, y el perdido en toda clase de maniobras, es seguro que pueden cargarse 6.000 toneladas diarias funcionando a un mismo tiempo los cuatro grupos de tolvas, cosa posible si se dirigen con acierto las maniobras.

SANTAMARÍA, BRAULIO. HUELVA Y LA RÁBIDA. 1882. Edición fascimil de la Universidad Hispanoamericana de La Rábida. Original cedido por la Excelentísma Diputación Provincial de Huelva en 1991. Gráficas Anel. Granada.

Muelle embarcadero.

Toda la plataforma del melle es de madera, apoyada sobre vigas longitudinales de hierro de las llamadas de celosía, que, en número de cuatro para cada uno de los dos pisos, forman el nervio y armadura del mismo, perfectamente arriostradas en todos sentidos. La obra toda insiste sobre pilas formadas por grupos de ocho columnas de fundición convenientmente enlazadas y que llevando en su base grandes roscas "Mitchell" han penetrado hasta treinta pies ingleses en el fango. Además, cada pila lleva como apoyo suplementario una fuerte plataforma de madera sujeta a las columnas. Un servicio completo de aguas suministradas por un depósito colocado al principio y a suficiente altura, previene los casos de incendio, para lo cual corren cañerías provistas de mangas y grifos en todo el muelle, cuyo final ostenta un bonito faro con luz roja. El expresado depósito está alimentado por las aguas de un pozo artesiano abierto al pie del referido depósito.

SANTAMARÍA, BRAULIO. HUELVA Y LA RÁBIDA. 1882. Edición fascimil de la Universidad Hispanoamericana de La Rábida. Original cedido por la Excelentísma Diputación Provincial de Huelva en 1991. Gráficas Anel. Granada.

Muelle embarcadero.

Hay cuatro grupos de tolvas, dos en cada lado; cada grupo presenta tres bocas horizontales colocadas entre los carriles. De ellas arrancan conductos curvilíneos que viene a terminar en otras tres bocas verticales colocadas unas debajo de las otras. Un gran tubo rectangular de hierro, cuya inclinación y dirección varía a voluntad, puede adaptarse a cada una de las tolvas pra conducir el mineral a la bodega del barco.

SANTAMARÍA, BRAULIO. HUELVA Y LA RÁBIDA. 1882. Edición fascimil de la Universidad Hispanoamericana de La Rábida. Original cedido por la Excelentísma Diputación Provincial de Huelva en 1991. Gráficas Anel. Granada.

Muelle embarcadero.

La maniobra es sencilla y pronta; la locomotora empuja por la vía central ascendente un grupo de seis vagones, dirigiéndolos desde la bifurcación, al lado en que se quiere hacer la descarga; en el punto culminante la máquina los abandona y retrocede sola en busca de más carga; los vagones, con los frenos sueltos o suavemente ajustados, descienden por su propio peso por las pendientes descritas, hasta el punto de unión o cambio con las vías laterales. Con la velocidad adquirida suben por la pequña rampa extrema en la cual la pierden por completo, o en caso necesario se paran por topes al efecto colocados. Al descender encuentran abiertas las agujas de cambio, pasan a las vías laterales, y manejados con los frenos bajan suavemente, y son parados encima de las tolvas por las que el mineral, saliendo del vagón que tiene la compuerta en el fondo, cae por un canal de palastro en la bodega del buque que atraca al mismo costado del muelle. Apenas descargados los vagones, los frenos se aflojan y siguen su marcha hasta reunirse en el princio del muelle en número suficiente pra formar un tren que la locomotora lleva a la estación.

SANTAMARÍA, BRAULIO. HUELVA Y LA RÁBIDA. 1882. Edición fascimil de la Universidad Hispanoamericana de La Rábida. Original cedido por la Excelentísma Diputación Provincial de Huelva en 1991. Gráficas Anel. Granada.

Muelle embarcadero.

Todas las uniones o divisioines están servidas por cambios de vía. En sentido vertical las más laterales suben desde el principio al extremo del muelle con una rampa suave y uniforme de uno por ciente. La central o centrales entre los mismos puntos suben primero con una fuerte rampa de uno por setenta y cinco hasta el punto más alto del muelle, desde el cual bajan con pendientes de medio y uno por ciento y de uno en ciento treinta y dos a reunirse con las laterales. Desde el punto de unión a la cabeza del muelle, hay un tramo de treinta metros con rampa de uno en treinta común a ambas, y en el que se mueven las agujas de cambio.

SANTAMARÍA, BRAULIO. HUELVA Y LA RÁBIDA. 1882. Edición fascimil de la Universidad Hispanoamericana de La Rábida. Original cedido por la Excelentísma Diputación Provincial de Huelva en 1991. Gráficas Anel. Granada.

Muelle embarcadero.

El muelle de Río-Tinto, que se halla en la márgen izquierda del Odiel y al S. del de Huelva, consta de dos partes, como el de Thársis: de un viaducto de madera y del embarcadero. El viaducto tiene 236 metros de longitud, insiste sobre la marisma y enlaza el terraplén de la explanada de la estación con el embarcadero, o sea la parte de hierro, que empieza en la línea de las más altas mareas o pleamar próximamente. El viaducto no ofrece ningún detalle de interés; empieza con una altura de poco más de un metro, que es la del terraplén de donde arranca, y tiene al concluir siete metros de altura, en cuyo punto se enlaza con el piso superior de los dos de que consta el muelle de hierro. Este piso superior, cuya especial estructura es lo que caracteriza esta obra, se divide a su vez en dos partes: la central o de entrada para los vagones cargados, y la lateral compuesta en cada lado de una vía de descarga por la que vuelven los vagones vacíos. La parte central tiene el principio una sóla vía, prolongación de la del viaducto, que hacia el medio del muelle se bifurca dirigiéndose cada uno de los dos ramales a reunirse en el extremo con la lateral correspondiente.

SANTAMARÍA, BRAULIO. HUELVA Y LA RÁBIDA. 1882. Edición fascimil de la Universidad Hispanoamericana de La Rábida. Original cedido por la Excelentísma Diputación Provincial de Huelva en 1991. Gráficas Anel. Granada.

Comienza el muelle embarcadero.
Discurrir de la vía.
En esta zona confluían las vías de Riotinto, RENFE y Zafra.
Edificios de RENFE.
A la izquierda, playa de vías del ferrocarril minero.
Estación de RENFE.
Edificios de RENFE en Huelva.
Punto clave.
En este punto, justo a la izquierda del paso peatonal, comenzaban (a excepción del polvorín) las instalaciones ferroviarias inglesas en Huelva.
Estación de Huelva.

GARCÍA MATEO, J.L.(1999). Ferrocarril minero de Riotinto. Asociación Amigos del Ferrocarril de Nerva.
Tipismo inglés.

Cualquiera diría que las oficinas de Mercedes en Huelva pertenecían a las instalaciones ferroviarias inglesas.

Llegando al destino.
Mercancías.
Por estas vías circulan los trenes de mercancías con destino al polo químico industrial de Palos de la Frontera.
El polvorín.
Por la parte alta, discurrían las vías del tren. Los vagones del ferrocarril de Riotinto eran vagones tolvas y descargaban abriendo las compuertas de la parte baja , nunca se utilzarón vagones de descarga lateral para el transporte de minerales a Huelva.
Nicolás Chaparro.
El polvorín.

A dos kilómetros próximamente de Huelva, en la marisma del Odiel (más bien del Tinto)y hacia el SE. del muelle que acabamos de describir, tiene la misma empresa de Río-tinto, junto a la vía, un depósito para mineral formado por una serie de pilas de fábrica de ladrillo, aligeradas por arcos, sobre las cuales se apoyan vigas de hierro formando una especie de puente, por donde los vagones vacían el mineral cuando no hay para cargarlo en el muelle. Este gran depósito puede contener 50.000 toneladas.

SANTAMARÍA, BRAULIO. HUELVA Y LA RÁBIDA. 1882. Edición fascimil de la Universidad Hispanoamericana de La Rábida. Original cedido por la Excelentísma Diputación Provincial de Huelva en 1991. Gráficas Anel. Granada.

El polvorín.
Al fondo, el polvorín.
A lo lejos ya se ve el Polo Químico y el antiguo almacén de mineral de la RTC, conocido como el polvorín.
De vía a camino.
Es el mejor uso que se le puede dar; de vía férrea a vía verde. Por esta zona, poco antes de llegar a Huelva, la vía se convierte en camino.
Antiguo paso a nivel de RENFE.
Marismas de Mendaña.
Acercándonos a los fosfoyesos, vemos algo de vida.
Restos de vías en el kilómetro 5.
Arte entre vías.
Antigua fábrica de Azufre.
Fosfoyesos.

La línea blanca del horizonte es la balsa de fosfoyesos.

La balsa de fosfoyesos, de unas 1200 hectáreas, almacena este residuo procedente en su mayoría de la vecina fábrica de fertilizantes Fertiberia. Desde 1968, esta empresa ha vertido allí 70 millones de toneladas del desecho de rocas de fosfato después de ser tratadas y obtener de ellas ácido fosfórico, componente de los fertilizantes. Este desecho resulta ser una sustancia viscosa y blancuzca que termina endureciéndose y configurando un paisaje característico.
Además los fosfoyesos, de manera natural, liberan una radiactividad que ha preocupado mucho durante años a los vecinos de Huelva y a las asociaciones ecologistas. Los estudios de la balsa realizados por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) a instancias del Gobierno indican que la radiación que reciben los trabajadores está dentro de los límites legales y recalcan que Huelva está exenta de cualquier radiación procedente de las balsas. El estudio ha puesto de manifiesto la necesidad de controlar el vertedero. La mejor manera según los científicos es sellar los montículos de desperdicios, que pueden superar los 20 metros, con distintas capas de tierra y materiales de desecho, y hacer crecer vegetación.
Los apilamientos de fosfoyesos se producen como consecuencia del proceso de recirculación de aguas ácidas cargadas con fosfoyesos, una medida paliativa respecto al vertido previo diario de éstos a la Ría de Huelva, que representaban del orden de 700 Tm/día. Según se recoge en el informe del CSIC, los constituyentes principales de los apilamientos son sulfatos, fosfatos, calcio, hierro y cobre, aunque se encuentran acumulaciones puntuales de fosfato de hierro y fosfato de cobre. Aunque en el yeso las concentraciones metálicas son, en general, bajas, en las acumulaciones de fosfatos los contenidos en elementos con potencial peligro ambiental (Cobre, Plomo, Arsénico, Cromo y Cinc) son muy altos (hasta el 0,2% y en un caso hasta el 20% de Cobre); además elementos radiactivos como U están en niveles de concentración de g/tonelada.
En cuanto al análisis de las aguas de balsa, estás son ricas en iones fosfato, sulfato, cloruro y yoduro, y posiblemente fluoruro, siendo el catión sodio el más abundante y en menor cantidad calcio, magnesio, hierro, potasio y aluminio. Son aguas con pH ácido (1,8-2,2) y de alta salinidad (hasta 75 mS/cm). Las altas conductividades se deben a los elevadísimos contenidos en fosfatos y sulfatos disueltos. Los valores de pH, muy ácidos, exceden claramente lo permitido en la normativa sobre vertidos a cauces públicos. Los contenidos en fosfatos exceden en más de un orden de magnitud estos límites normativos. Además están presentes en estas aguas muy altas concentraciones (decenas de mg/L) en Cinc, Arsénico, Cromo, Vanadio, Uranio y Cobre. Las concentraciones de Cromo, Cobre, Arsénico y Cinc exceden entre uno y dos órdenes de magnitud los límites permitidos por la normativa de vertidos.
Polígono San Diego.
Discurrir de la vía.
Antes de llegar a Huelva, parte del terreno ocupado antiguamente por la vía, lo ocupa ahora una conducción subterránea de gas.
Cortijo de Montija.
Discurrir de la vía.