viernes, 27 de agosto de 2010

El Río Tinto está loco.

En este río no se cría ningún género de pescado, ni de cosa viva, ni las gentes las beben, ni las alimañas, ni se sirve de esta agua en ninguna cosa. Tiene una propiedad esta agua, que cualquiera persona que tiene en el cuerpo cosa viva como bella della, se lo mata y lo echa del cuerpo otra propiedad les dije tiene, de lo cual ellos se holgaron de saber, y es que ninguna persona que tuviese mal de ojos, que como se lavase con aquella agua, que luego sanaría; y esto les dí por medicina en aquella tierra, de lo cual ellos quedaron muy contentos, porque lo vieron luego por experiencia. Tiene otra propiedad, que si le echan un hierro en el agua, en pocos días se consume; esto yo lo probé y tomé una rana viva y la eché en el río, y luego murió sin poder salir del agua.
Descripción que hizo un clérigo de las minas de Riotinto el año 1556. Piritas de Hueva. Pinedo Vara.
Esta rana de la foto vive en un pequeño charco que está justo en el cauce del río, junto al molino del Sastre. Si Diego Delgado levantara la cabeza....

miércoles, 11 de agosto de 2010

Molinos del Arroyo del Castaño


Desde hace aproximadamente un año tenía previsto realizar esta ruta de molinos por el Arroyo del Castaño en término municpal de Valverde del Camino, Huelva. Juan Carlos, un valverdeño amigo, me contó que había hecho el recorrido completo y le fue fácil ya que dos años antes un incendio limpió la zona de matorral. El cauce seco por el estío, le permitió realizar el tramo sin ningún problema, comenzando en la Fuente de la Melera -junto a la carretera Valverde-Niebla (Paraje Venta de las Tablas) y terminando en los Pinos de Valverde, junto a la carrtera N-435 a 5 kilómetros de Valverde del Camino.
Juan Carlos me aseguró que eran más de 12 molinos con diferente grando de deterioro. Actualmente no sabía cómo estaba de transitable el recorrido pera era fácil ver los primeros molinos arroyo abajo desde la Venta de las Tablas, y los últimos desde el Pinar de Valverde. Se brindó a acompañarme, pero estamos de vacaciones y preferí no molestarlo (de momento) y hacer una pequeña aproximación para conocer el terreno y pasar un rato en compañía de mi hijo José Luis. El lunes 9 de agosto, que amaneció algo nublado, fue el día elegido.
La experiencia no tuvo mucho éxito -la maleza lo impidió todo. Poco que contar. Por ello, aprovechando una guía de bolsillo sobre senderos para andar y pedalear por el término municipal de Valverde del Camino, editada por la Diputación de Huelva (regalo de mi amigo Juan Muñoz), uso sus textos como pie de mis fotos.

Se inicia la marcha en la CN-431 que conduce a Niebla, llegando al cabo de 1 km. al Manantial del Chorrito de la Melera. Después de pasar un puente dejando la fuente a la izquierda, se toma un senderillo a la derecha junto a unos eucaliptos que nos lleva al cauce del Arroyo del Castaño, que nace en el mismo Chorrito.
Cruzamos el arroyo por la cola de una pequeña presa de decantación de agua para el lavado de áridos, y vamos caminando siempre por la márgen derecha del Castaño, mucho más cómoda (es un sendero que a veces se separa demasiado del cauce del arroyo), salvo que en contadas ocasiones la vegetación o el terreno lo impidan, en cuyo caso habrá que atravesar el cauce.
Una vez recorridos 500 metros se llega a la unión con el Barranco de la Melera Chica, punto en el que se hallan los restos del molino del mismo nombre. A partir de aquí iremos encontrando distintos molinos ya derruidos, en los que todavía se observan el canal de entrada, los restos de la presa de agua e incluso la piedra de moler; así veremos los Molinos de Matías, Higueras, Feria, Castaño, Pirraco, Huerto de los Marines y Lanchoso.
En todo el recorrido serán frecuentes las mimbreras, fresnos, chopos, así como zarzas, juncos, adelfas y a veces lirios. No faltarán en las laderas eucaliptos, jaras y junto a las casas de los molinos aparecerán huertos frutales. No será raro que sorprendamos algún pato en cualquiera de sus charcos más grandes o que espantemos algún jabalí o ciervo ante nuestra llegada.

viernes, 6 de agosto de 2010

Francisco Corralejo Moro

Francisco Corralejo Moro, fallecido recientemente, era natural de Valverde del Camino, Huelva. Apodado "el Morito". Tercer hijo, después de dos hermanas, Dominga y Josefa, de una familia campesina afincada en la zona de Cortecilla, kilómetro 49 de la vía General. Su padre era natural de Valverde del Camino apodado "Francisco Arrastra" y su madre natural de Bonares, apodada "la Mora". Francisco Corralejo fue el único ex-empleado de la Cía. que durante varios años vivió en la línea del ferrocarril tras su cierre en 1984.

Francisco Corralejo fue operario de vías y obras hasta su jubilación. Vivió en Cortecilla acompañado de dos de sus hijos (solteros) dedicado a la ganadería de cabras y cerdos, algunos de ellos jabalíes. Hace unos años, cuando Cortecilla no aguantó más el peso de los años, se mudó a la Casa de la Comandanta, en término de La Palma del Condado. La compra de esta finca y su posterior vallado para dedicarla a ganado vacuno, provocaron que Fancisco y sus hijos volvieran a cambiar de "domicilio" (no se a dónde).

Entre muchas de las anécdotas que este trabajador tuvo que "sufrir" a lo largo de su vida laboral y familiar, cabe destacar aquella en la que su mujer, a punto de dar a luz a uno de sus hijos, tuvo la mala suerte de no poder ser asistida por la matrona de la Cía. debido a que ésta, al bajar del tren con las prisas de llegar tarde, cayó, se fracturó una pierna y tuvo que volver al Hospital de Riotinto urgentemente.

Penosa de verdad la vida de estas familias paradógicamente "aisladas" del mundo exterior.

En estas fotos se ve a Francisco Corralejo con su pose habitual (gorra militar y cigarro), atareado junto a uno de sus hijos en el transporte de traviesas para su "granja". Obsérvese el curioso artilugio movido con el motor de una moto y totalmente desmontable (por un lado las ruedas y por otro la batea). En la última de las fotos se aprecian de fondo el Puente y el Túnel Salomón, zona muy próxima a Cortecilla, destino final del "comboy".

El texto ha sido extraido del libro de Nicolás Chaparro "Fuí niño de la Vía General" (2010) y las fotos capturadas de un vídeo grabado por José Luis García Mateo en abril de 1985.

Yo conocí a Francisco Corralejo la primera vez que fui en bicicleta de La Palma del Condado a Berrocal, cuanto "el Morito" todavía vivía en Cortecilla, a finales de 1992.