miércoles, 26 de agosto de 2009

El Molino del Indiano

Como véis en el termómetro de mi reloj el asunto no ha sido fácil. Sesenta kilómetros en tres horas y cuarto, más media hora (andando entre zarzas y moscas) buscando por el cauce del Río Corumbel o flumen columbarum, el Río de las Palomas, tributario de mi querido Río Tinto. Para llegar a este molino sólo os digo que está en término de Paterna del Campo, Huelva.
Foto 1. ¡Hace calor!
El Molino del Indiano está muy escondido, como el secreto de su dueño. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, los emigrantes (sobre todo Cántabros y Catalanes) que volvían de las Américas eran apodados, entre otras cosas, Indianos. Algunos se asentaron en Andalucía (alrededor de Sevilla) y contribuyeron a su desarrollo industrial ¿Quién sería este que se fue a las Indias a buscar fortuna y tras encontrarla vino a Paterna del Campo? ¿Qué le impulsó a construir un molino harinero en el cauce de este Río de las Palomas? ¿Sería de Paterna, sería Asturiano...?
Foto 2. Molino del Indiano.
El entorno es maravilloso, ¿quizás buscaba tranquilidad y sosiego? No lo sé, pero lo que sí es seguro es que en agosto o se iba a Malatascañas ... o se moría de calor.
Os hablé de este molino en una entrada sobre el Molino de Santa Bárbara, sito en La Palma del Condado. El próximo verano, en mi "más sólo que la una III" os daré a conocer la última sorpresa que guarda el Río Corumbel. Con ello acabaré con esté afluente del Río Tinto.
Puente del Palmarejo o de Fuentidueña.

Se dice que todo pantano esconde un Tesoro, pues bien, el pantano del Corumbel no iba a ser menos. En su cola (término de La Palma del Condado), y cuando baja el nivel de sus aguas, el Corumbel deja que el puente del Palmarejo o Fuentidueña vea la luz. Mucho se habla en La Palma de este puente; que si es romano, que si es árabe, que si se llama de una manera, que si se llama de otra... Lo que es cierto es que existe y que tiene su importancia.
Foto 1. El puente en agosto del 2005.
José María Dabrio en su libro "La Palma del Condado, apuntes para una introducción histórica", nos comenta en su Capítulo III-Vestigios romanos en La Palma, que las ruinas de este puente sobre el río Corumbel-puente del Palmarejo, están consideradas como restos arqueológicos de época romana.
Juan María Ruiz , en su libro "Las vías romanas en la provincia de Huelva" y nombrando a CAMPOS, incluye el puente de Fuentidueña (él lo llama así), en una posible vía romana que unía Berrocal con la Palma del Condado. "El Puente de Fuentidueña, según las coordenadas aportadas por CAMPOS et al. 1990 coincide con el paso de la Colada de la Sierra que discurre desde aquí en dirección SO, la dirección de Niebla, hasta cruzarse con la colada de Portugal y la del Padrón de los Carboneros, que desemboca en Niebla (982-II y 982-IV), cerca de donde figura el topónimo La Calzadilla, ya visto con anterioridad".
Foto 2. El puente en agosto de 2009.
Lo que si está claro es que la mayoría de vías "romanas" eran utilizadas en épocas prerromanas. Los yacimientos mineros (motivantes de estos caminos) "romanos" ya estaban en producción antes de la propia presencia romana, lo que ocurre es que en esa época se produce un gran desarrollo del viario onubense. Desde Riotinto hasta Tejada, pasando por los márgenes del río Corumbel, existen infinidad de yacimientos mineros que ya en tiempos Tartésicos (4.000 años antes de Cristo) estaban en explotación.
El puente del Palmarejo o de Fuentidueña como mínimo, es de época romana, o al menos así me gustaría que fuese.

lunes, 24 de agosto de 2009

Adelanto del tramo Berrocal -Riotinto.
Mi amigo Nicolás está ansioso por deleitarnos con sus conocimientos sobre el ferrocarril minero de Riotinto, por eso, y sabiendo que es el tramo que me queda por colgar en el blog, nos manda estas dos fotos para que abramos boca. Son dos puentes que están entre Berrocal y Riotinto. En breve colgaré varias entradas relacionadas con este último tramo. Nicolás las completará con sus sabios comentarios.
Puente del ferrocarril de Riotinto, llamado puente de Cachán, situado entre las estaciones de Berrocal y Los Frailes, en el kilómetro 70, para salvar la rivera de Marigenta.
Puente peatonal de Cachán, fue diseñado en el año 1.875, por George Bruce, Ingeniero de la Riotinto Company Limited en el kilómetro 70. Restaurado por el Ayuntamiento de Berrocal en el 2007. Puente sobre el Rio Tinto, construido y utilizado para la población de Berrocal, para acudir a sus trabajos y la ruta hacia la Cuenca minera.

Fotos y textos de Nicolás Chaparro

viernes, 14 de agosto de 2009

Calderas de esencias en Villalba del Alcor, Huelva

Villalba del Alcor es uno de los pocos pueblos de nuestra provincia que aún mantiene en funcionamiento una caldera para esencias. Llevo muchos años pasando por estas instalaciones, pero hasta hoy, nunca las había visto funcionar; lástima que la esencia que se estaba destilando era de hinojo (planta de la que no me gusta mucho su olor).
Antes de atravesar la entrada fotografié las calderas. Se ven dos calderas (una de ellas tapada con haces de hinojo) y sus respectivos serpentines. Se aprecia que una de las calderas está funcionando pues el humo sale de la chimenea de su horno.
En esta foto se ve la caldera con el hinojo próximo a destilar. La caldera se llena con medio metro de agua y con todo el hinojo que dentro de ella quepa. Antonio y su padre, Diego, van presionando el hinojo a medida que lo introducen. A su vez lo rodean de unas cadenas que servirán para sacarlo una vez aprovechado.
A la izquierda de la caldera está el serpentín lleno de agua para enfriar, por donde las gotas de vapor que transportan la esencia del hinojo pasan de gas a líquido.
Aquí vemos a Antonio alimentando con tomillo (destilado hace unos meses) el horno de la caldera. Los haces de hinojo destilado se aprovechan para dar de comer al ganado. Se puede apreciar que la caldera tiene una altura de dos metros y medio. El horno se enciende a las 5 de la mañana con tablas y troncos. Después de una hora (cuando el agua ya está hirviendo) el fuego se mantiene con los haces de tomillo. Sobre la una de la tarde, cuando ya no sale agua por el serpentín, se deja de alimentar el horno.
Una vez que la esencia pasa por el serpentín y se enfría, cae mezclada con agua en otro serpentín más pequeño. En este recipiente, el agua se queda debajo y la esencia (aceite) se queda en la parte superior. Entonces entra en escena Francisco (padre de Diego y abuelo de Antonio). Con una pequeña lata va recogiendo la esencia cuidadosamente e inmediatamente la envasa en una garrafa de plástico para su transporte. Es curioso, pero de esta caldera tan grande, Francisco recoge unas escasas 15 latas de esencia.
Ya fría la caldera, Diego y Antonio quitan la tapa y sacan los haces de hinojo con una pequeña grúa. Bonito trabajo el de esta familia en el que tres de sus generaciones unen su esfruerzo para un fín común.
Puedes aprender más en:
y leyendo o viendo: EL PERFUME.