En 1965 se publicó en La Palma del Condado una Revista que celebraba las Bodas de Oro de La Palma Club de Fútbol, fundado en 1915. Mi abuelo "Pepe", uno de los pioneros del fútbol local tuvo el orgullo de poder escribir unas líneas en ese importante documento de la historia Palmerina, texto que voy a utilizar junto a fotos familiares para ilustrar esta entrada del blog. Sirva este trabajo como homenaje a todos aquellos que han hecho posible un Club Centenario.
Han transcurrido cincuenta años desde que dí la primera patada el primer balón que estrenamos en el primer campo de fútbol que hubo en La Palma, en el terreno hoy llamado La Alegría de la Huerta, por ser este nombre con que se conoce hoy el terreo donde está enclavada dicha barriada, y que fue, precisamente, el que utilizamos en aquella fecha una reunión de once jóvenes, y que podemos decir que eran casi todos estudiantes, a la sazón en la Capital de nuestra amada provincia de Huelva.
Casi nada decir ¡¡cincuenta años!! Pero los que podemos recordarlo, de los once que empezamos, no tenemos más remedio que pensar que es un record de bastante consideración, prueba de ello que los que se conservan bien, que son los menos, están para "sopita y buen vino" y que Dios nos conserve algunos añitos más para que sigamos poderlo recordar en buena hora sea.
Recordar aqulla época, es algo maravilloso. Era precisamente en pleno apogeo de la primera guerrra europea, y sin embargo la juventud, salvo en pocos momentos en que se hacían los más ligeros comentarios sobre sucesos tran transcendentales, sólo pensaba nuestra imaginación en volar detrás del balón y no ocurrírsenos otra cosa que cómo orgnizaríamos con toda rapidez un equipo de fútbol que nos divirtiera y solo nos proporcionara el placer que nuestros años jóvenes veían en nuestra imaginación calenturienta.
Efectivamente, reunidos en un pollete de la que era Plaza de El Progreso (hoy Altozano), una reunión de cinco o seis amigos, uno de ellos tuvo la feliz idea de ocurrírsele decir... ¿Vamos a organizar un equipo de fútbol? Y ni que decir que todo fue momentáneo. Primero hay que buscar un sitio en donde vayamos a instalar el campo, y se pensó en el acto. Tenía Dª Teresa Romero, Viuda de D. José Rañón, un terreno recien despoblado de olivos en el sitio en que está enclavada La Alegría de la Huerta, completamente llano y que en aquella fecha lo tenía su dueña arrendado a un Sr. que dedicaba dicho terreno a un majadar de cabras, y ni corto ni perezoso, varios de ellos nos destacamos a arrendárselo a dicha Sra. Y sin más garantías que nuestra personalidad (el mayor tenía 17 años), y sin otra solvencia que la que nos proporcionaba nuestra recien nacida Sociedad, a la que pomposamente pensamos llamarle LA PALMA F.C., nos lanzamos a esa cosa tan seria que a nosotros nos parecía un juego más de nuestra edad, y que con el tiempo sería una cosa tan sería que es de ver la importancia que tiene en el mundo: el Fútbol.
El acuerdo más importante que tomó la directiva fue el trabajar todos sin descanso, cada uno provisto de un trozo de madera a modo de rastrillo, para que lo utilizáramos en limpiar el terreno y poner el campo en condiciones de poder empezar a jugar todos los días, con la condición que lo inaugurásemos el día 15 de agosto, fiesta de la Patrona. En este menester intervinieron todos los jugadores y muchos simpatizantes. Recuerdo que en esta labor de limpieza, cuando regresábamos a casa, nos preguntaban nuestras madres... ¿Se puede saber que hacen Udes, para traer tan mal olor y tanta tierra en el cuerpo?. Nuestra contestación era siempre la misma: Estamos haciendo un campo de fútbol... ¿Y para hacer un campo de fútbol se mezclan ustedes con el ganado?. Una vez limpio el terreno de juego y con la colaboración de Don José Díaz Flores, entusiasta y amigo de la juventud, pues todo lo que le pedíamos nos lo facilitaba en el acto, como fue el cilindro de Obras Públicas y los animales necesarios para la tracción del mismo, ya que en aquella fecha no existían otros medios, fuimos sobre la marcha a entrevistarnos con el Sr. Alcalde, que era Don Victor Rodríguez, para que nos proporcionase las porterías y cuyas medidas le facilitamos e instalamos.
Otro de los acuerdos de la Directiva fue la elección de los colores de las camisetas, y después de muchas cábalas y discusiones se acordó que fuera pantalón blanco y camisa verde, para no disgustar ni a sevillistas ni a béticos, ya que por aquellas fechas empezaba la discutida supremacía entre estos dos equipos.
Lo que disfrutábamos aquella inolvidable juventud en aquellos inolvidables días de la víspera de nuestra Patrona, no es para contarlo, sino para vivirlo y sentirlo como nosotros lo sentíamos. Para poder llevar público al campo y que empezaran a sentir afición por el fútbol, teníamos los jugadores que invitar a las jóvenes, hacer entradas para regalárselas y teníamos que buscar las sillas que transportaba el amigo de todos: Isaias "El Tobalo".
Y con los nervios en tensión, salimos al campo los once amigos dispuestos a batirnos el cobre y, que por ser el que suscribe el centro delantero, me correspondió la circunstancia histórica de dar la primera patada al primer balón en el primer campo de fútbol de La Palma del Condado, el día 15 de agosto de 1915.
José Díaz Pinto.(falleció con 72 años el 23 de julio de 1969)
Han transcurrido cincuenta años desde que dí la primera patada el primer balón que estrenamos en el primer campo de fútbol que hubo en La Palma, en el terreno hoy llamado La Alegría de la Huerta, por ser este nombre con que se conoce hoy el terreo donde está enclavada dicha barriada, y que fue, precisamente, el que utilizamos en aquella fecha una reunión de once jóvenes, y que podemos decir que eran casi todos estudiantes, a la sazón en la Capital de nuestra amada provincia de Huelva.
Casi nada decir ¡¡cincuenta años!! Pero los que podemos recordarlo, de los once que empezamos, no tenemos más remedio que pensar que es un record de bastante consideración, prueba de ello que los que se conservan bien, que son los menos, están para "sopita y buen vino" y que Dios nos conserve algunos añitos más para que sigamos poderlo recordar en buena hora sea.
Recordar aqulla época, es algo maravilloso. Era precisamente en pleno apogeo de la primera guerrra europea, y sin embargo la juventud, salvo en pocos momentos en que se hacían los más ligeros comentarios sobre sucesos tran transcendentales, sólo pensaba nuestra imaginación en volar detrás del balón y no ocurrírsenos otra cosa que cómo orgnizaríamos con toda rapidez un equipo de fútbol que nos divirtiera y solo nos proporcionara el placer que nuestros años jóvenes veían en nuestra imaginación calenturienta.
Efectivamente, reunidos en un pollete de la que era Plaza de El Progreso (hoy Altozano), una reunión de cinco o seis amigos, uno de ellos tuvo la feliz idea de ocurrírsele decir... ¿Vamos a organizar un equipo de fútbol? Y ni que decir que todo fue momentáneo. Primero hay que buscar un sitio en donde vayamos a instalar el campo, y se pensó en el acto. Tenía Dª Teresa Romero, Viuda de D. José Rañón, un terreno recien despoblado de olivos en el sitio en que está enclavada La Alegría de la Huerta, completamente llano y que en aquella fecha lo tenía su dueña arrendado a un Sr. que dedicaba dicho terreno a un majadar de cabras, y ni corto ni perezoso, varios de ellos nos destacamos a arrendárselo a dicha Sra. Y sin más garantías que nuestra personalidad (el mayor tenía 17 años), y sin otra solvencia que la que nos proporcionaba nuestra recien nacida Sociedad, a la que pomposamente pensamos llamarle LA PALMA F.C., nos lanzamos a esa cosa tan seria que a nosotros nos parecía un juego más de nuestra edad, y que con el tiempo sería una cosa tan sería que es de ver la importancia que tiene en el mundo: el Fútbol.
Juan Ramírez Pinto, primer Presidente de La Palma F.C.
Nuestra presencia en casa de la citada Sra. causó admiración, al mismo tiempo que sorpresa, ya que destinar nada menos que una magnífica suerte de tierra por el capricho de unos jovénes a dar patadas a un balón, que ni teníamos tal balón y que había que reunir el dinero necesario para compararlo, como así la correspondiente bomba para inflarlo y los parches etc. No sabemos si a la dicha Sra. le hizo gracia nuestra osadía o es que ya empezaba lo que hoy podemos llamar la "era del Fútbol", lo cierto es que nos contestó con toda rapidez que nos marchásemos tranquilos, que desde el día siguiente a nuestra razonable solicitud, daría las órdenes oportunas al arrendamiento para que con toda rapidez abandonase el terreno y nos dejase el campo libre, para que tomásemos posesión rápidamente.
Reunidos los componentes de la primera sociedad, empezamos por llamarle La Palma F.C., y en acto se nombró presidente, recayendo tal nombramiento en Don Juan Ramírez Pinto, hoy médico con un acreditado Laboratorio en San Sebastián, y tío de los excelentes aficionados palmerinos los hermanos Daza. Se hicieron los siguientes nombramientos: El de capitán del equipo, un servidor de ustedes, el cual nombró el siguiente equipo de jugadores: Antonio Cabezas Díaz, hoy residente en México; Francisco Díaz Pinto, Agustín Montes González, Ramón Mateos, Mariano Borrero, Cristobal Hidalgo, Juan García Díaz, Manuel Díaz Pinto y José Aguilar del Campo, estos todos desaparecidos a excepción del Sr. Cabezas Díaz, más Agustín Montes Pérez y José Roales Aguilar, que aún viven y que Dios les de muchos más años de vida.
Nuestra presencia en casa de la citada Sra. causó admiración, al mismo tiempo que sorpresa, ya que destinar nada menos que una magnífica suerte de tierra por el capricho de unos jovénes a dar patadas a un balón, que ni teníamos tal balón y que había que reunir el dinero necesario para compararlo, como así la correspondiente bomba para inflarlo y los parches etc. No sabemos si a la dicha Sra. le hizo gracia nuestra osadía o es que ya empezaba lo que hoy podemos llamar la "era del Fútbol", lo cierto es que nos contestó con toda rapidez que nos marchásemos tranquilos, que desde el día siguiente a nuestra razonable solicitud, daría las órdenes oportunas al arrendamiento para que con toda rapidez abandonase el terreno y nos dejase el campo libre, para que tomásemos posesión rápidamente.
Reunidos los componentes de la primera sociedad, empezamos por llamarle La Palma F.C., y en acto se nombró presidente, recayendo tal nombramiento en Don Juan Ramírez Pinto, hoy médico con un acreditado Laboratorio en San Sebastián, y tío de los excelentes aficionados palmerinos los hermanos Daza. Se hicieron los siguientes nombramientos: El de capitán del equipo, un servidor de ustedes, el cual nombró el siguiente equipo de jugadores: Antonio Cabezas Díaz, hoy residente en México; Francisco Díaz Pinto, Agustín Montes González, Ramón Mateos, Mariano Borrero, Cristobal Hidalgo, Juan García Díaz, Manuel Díaz Pinto y José Aguilar del Campo, estos todos desaparecidos a excepción del Sr. Cabezas Díaz, más Agustín Montes Pérez y José Roales Aguilar, que aún viven y que Dios les de muchos más años de vida.
El acuerdo más importante que tomó la directiva fue el trabajar todos sin descanso, cada uno provisto de un trozo de madera a modo de rastrillo, para que lo utilizáramos en limpiar el terreno y poner el campo en condiciones de poder empezar a jugar todos los días, con la condición que lo inaugurásemos el día 15 de agosto, fiesta de la Patrona. En este menester intervinieron todos los jugadores y muchos simpatizantes. Recuerdo que en esta labor de limpieza, cuando regresábamos a casa, nos preguntaban nuestras madres... ¿Se puede saber que hacen Udes, para traer tan mal olor y tanta tierra en el cuerpo?. Nuestra contestación era siempre la misma: Estamos haciendo un campo de fútbol... ¿Y para hacer un campo de fútbol se mezclan ustedes con el ganado?. Una vez limpio el terreno de juego y con la colaboración de Don José Díaz Flores, entusiasta y amigo de la juventud, pues todo lo que le pedíamos nos lo facilitaba en el acto, como fue el cilindro de Obras Públicas y los animales necesarios para la tracción del mismo, ya que en aquella fecha no existían otros medios, fuimos sobre la marcha a entrevistarnos con el Sr. Alcalde, que era Don Victor Rodríguez, para que nos proporcionase las porterías y cuyas medidas le facilitamos e instalamos.
Otro de los acuerdos de la Directiva fue la elección de los colores de las camisetas, y después de muchas cábalas y discusiones se acordó que fuera pantalón blanco y camisa verde, para no disgustar ni a sevillistas ni a béticos, ya que por aquellas fechas empezaba la discutida supremacía entre estos dos equipos.
Lo que disfrutábamos aquella inolvidable juventud en aquellos inolvidables días de la víspera de nuestra Patrona, no es para contarlo, sino para vivirlo y sentirlo como nosotros lo sentíamos. Para poder llevar público al campo y que empezaran a sentir afición por el fútbol, teníamos los jugadores que invitar a las jóvenes, hacer entradas para regalárselas y teníamos que buscar las sillas que transportaba el amigo de todos: Isaias "El Tobalo".
Con tanto trabajo, y sin el número de contratiempos, llegamos a la meta. Se organizó y se jugó el partido el día 15 contra el equipo de Huelva, de buenos amigos, y que perdimos por 3-1, teniéndose presente que eran mejores y más puestos que nosotros.
A las órdenes del árbitro, que fue D. Manuel Ramírez Pinto (q.e.p.d.) se formó el siguiente equipo:
Portero, Julián Romero. Defensas, Francisco Díaz Pinto y Ramón Mateos, los tres ya fallecidos.
En la media, José Roales Aguilar, Agustín Montes González y José Aguilar del Campo, los dos últimos fallecidos también, y en la delantera, Antonio Cabezas Díaz, hoy en México; Agustín Montes Pérez, José Díaz Pinto, Juan García Díaz y Critobal Hidalgo, estos dos últimos también se fueron para siempre.
A las órdenes del árbitro, que fue D. Manuel Ramírez Pinto (q.e.p.d.) se formó el siguiente equipo:
Portero, Julián Romero. Defensas, Francisco Díaz Pinto y Ramón Mateos, los tres ya fallecidos.
En la media, José Roales Aguilar, Agustín Montes González y José Aguilar del Campo, los dos últimos fallecidos también, y en la delantera, Antonio Cabezas Díaz, hoy en México; Agustín Montes Pérez, José Díaz Pinto, Juan García Díaz y Critobal Hidalgo, estos dos últimos también se fueron para siempre.
Tres de los fundadores de la Palma C.F. posan con el equipo titular en el año 1965, en uno de los encuentros celebrados para conmemorar el 50 aniversario del Club, durante los primeros días de septiembre. De izquierda a derecha: José Díaz Pinto, José Roales Aguilar y Agustín Montes Pérez.
Y con los nervios en tensión, salimos al campo los once amigos dispuestos a batirnos el cobre y, que por ser el que suscribe el centro delantero, me correspondió la circunstancia histórica de dar la primera patada al primer balón en el primer campo de fútbol de La Palma del Condado, el día 15 de agosto de 1915.
José Díaz Pinto.(falleció con 72 años el 23 de julio de 1969)
No hay comentarios:
Publicar un comentario