Preparando los 100 km de Mérida.
El sábado 27 de marzo, a escasas dos semanas vista de nuestra cita anual en Mérida, Juan María y yo aprovechamos el buen tiempo para hacer un entrenamiento de 35 kilómetros en cuatro horas y media. Nada mejor para ello que aprovechar "las excelentes instalaciones" que nos brinda la vía férrea del Tinto entre La Palma del Condado y Berrocal.
Juan María atrvesando el puente sobre el Barranco Mansegoso
Sólo dos inconvenientes: el mal estado de los puentes de hierro y la oscuridad de los cuatro túneles del recorrido. Por lo demás, un placer: el sonido del silencio, preciosos paisajes, los colores más increibles, un necesario baño de sol, el acompañamiento callado de ciervos, muflones y cabras y el trino de aves que despiertan en una primavera más esperada que nunca. Tras un invierno con muchas lluvias parece que los primeros rayos de sol nos hacen sentir buenas sensaciones. Nunca he visto a Juan María más "enchufado": se "bebió" corriendo los cuatro kilómetros de subida que van del río Tinto hasta la aldea de Berrocal y poco después se "paseó" corriendo la Palmerilla. Este año los 100 km de Mérida se le quedan en un diente.
Moises en el centro de la foto
En Berrocal hemos contactado con Moisés, miembro de la Brigada de Conservación de Vías y Obras que tenía asignado el tramo Berrocal-Marín y que durante 37 trabajó para la Compañía Minera. En breve iré a verlo, para que al igual que mi amigo Nicolás Chaparro, me relate sus experiencias y me ayude a engrandecer este atrevido blog.
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