jueves, 30 de mayo de 2024

Entrevista de Jesús Ramírez Copeiro del Villar a Manuel Gómez Ávila (mi padre) el 8 de noviembre de 1997 en La Palma del Condado.

“Me enrolé en Falange de Madrid, salimos hacia Logroño y allí empezó el periodo de instrucción. En Hof juramos bandera alemana y partimos hacia el frente ruso llegando a Ssluzk. Esa misma noche mandaron al pelotón en el que me encontraba (alférez, su enlace, sargento, cabo y siete soldados), en total once hombres a la posición llamada “La Avanzadilla”, en el río Ishora, para lo cual tuvimos que cruzar de noche la carretera Moscú-Leningrado, batida por las ametralladoras y artillería rusas.”La Avanzadilla” se llamaba así por estar tan solo a 200 metros del enemigo. Contábamos con dos ametralladoras, morteros, fusiles y bombas de mano.
Allí permanecimos 71 días y sufrimos 72 asaltos o golpes de mano, aunque no llegamos nunca al cuerpo a cuerpo, los ataques fueron a base de morteros (nunca con artillería o aviación) y funcionó muchísimo el telémetro acoplado al fusil, pues dada la corta distancia entre ambas líneas, los disparos iban todos a la cabeza, nos traían fritos. El que asomaba la cabeza fuera de la trinchera era hombre muerto. El avituallamiento se hacía a través de una trinchera en ziz-zag de 60 centímetros de anchura llena de agua y en primavera de barro, que teníamos que recorrer en sus tres kilómetros de longitud hasta nuestras líneas. A través de la trinchera y procurando no asomar la cabeza teníamos que ir a por las provisiones y a por las pesadas cajas de munición de madera de 60 kilos de peso. Como continuamente teníamos necesidad de sacar agua y barro de la posición, tuvimos que clavar el cubo en un palo, subirlo y volcarlo fuera de la trinchera.

Peor que el frío fue el barro, la trinchera se había convertido en un enorme barrizal y con el fango no se podía caminar. Los pies se empapaban de agua y no había forma de secarse las botas. De disparos de morteros cayeron muchos en la trinchera, incluso soldados que regresaban para repatriarse a España. Teníamos dos bunkers, el alférez tenía su propio bunkers con su asistente y los demás en otro. Teníamos que sacar constantemente agua del pozo que se le hacía para que fuera destilando el agua.

Los rusos disponían de un armamento extraordinario, un buen naranjero que disparaba con fango, agua o nieve. Durante el tiempo que estuve en esta posición perdieron la vida 71 divisionarios de los distintos pelotones que se fueron reemplazando.

Cuando por fin nos relevaron nos llevaron a Pushkin, la estación veraniega de los Zares, para descansar y reponernos. Estuvimos alojados en el palacio de Alejandro, durmiendo en los sótanos, mientras que los alemanes se quedaron en el palacio de Catalina donde a veces ponían películas para la tropa.

Luego me mandaron a la posición de “El Dedo” (a 4 kilómetros de Pushkin), llamada así por su forma, como una península estrecha y larga, rodeada por el enemigo, permaneciendo en ella desde julio al 12 de octubre de 1943. Dada su proximidad a Pushkin, en las épocas de tranquilidad íbamos con cierta frecuencia a la ciudad, allí podíamos ducharnos y quitarnos los piojos. Los piojos se alimentaban de la ropa y tomaban el color de la prenda que llevaba uno puesta.

Se pasaron muchos divisionarios al enemigo, eran hijos de republicanos que se habían alistado para eso. Además los rusos nos martilleaban diariamente con sus altavoces para que desertáramos y pasáramos a sus filas, la propaganda era constante. Los desertores siempre aprovechaban la oscuridad de la noche y el momento en que estaban de escuchas. No les era difícil recorrer los 200 a 400 metros que separaban de las líneas rusas, llegando con los brazos en alto diciendo “spansky”, “spansky”.

Desde nuestras posiciones podíamos ver los bombarderos nocturnos que la aviación alemana efectuaba sobre Leningrado situado a 13 kilómetros de nosotros, era todo un espectáculo con los reflectores en acción. Otro espectáculo eran las noches blancas de Leningrado en verano, sin noche, pero en invierno era al contrario, con 18 horas de oscuridad. No sufrimos las congelaciones de 1941, pues ya en 1943 disponíamos de mejores equipos. Usábamos las pallenkas, botas altas de pasta gruesa que no las atravesaba el frío, buena ropa interior de acetato que al no ser transpirable mantenía los 36ºC de temperatura del cuerpo.

Hubo en ese tiempo en la posición de “El Dedo” varios golpes de mano, pero el ataque fuerte se produjo a las 3 horas de la mañana del día 12 de octubre de 1943. En esa madrugada del 11 al 12 una lluvia de proyectiles cayó sobre la posición, todos nuestros nidos de ametralladoras desaparecieron, los bunkers y las defensas saltaron por los aires. Los rusos usaron morteros y los cañones antitanque – el arma especial para cargarse los nidos de ametralladoras y muy efectiva para distancia corta, pues estábamos a menos de 500 metros de distancia – produciendo gran número de bajas y sucediéndose los actos heroicos. Al parecer atacaron tres batallones de marineros castigados y borrachos, llenos de vodka. Yo tuve la suerte de estar en un lateral de “El Dedo”, pero los que estaban en la punta sufrieron una feroz carnicería. Tras sufrir fuertes bajas fuimos relevados a las 5 de la tarde. Fue la última batalla de nuestro Regimiento.

La retirada desde “El Dedo” hasta el punto donde embarcamos en vagones de los grandes expresos europeos, con compartimentos para ocho hombres, la realizamos andando. Todas las noches recorríamos 30 kilómetros hasta alcanzar la estación de Krasnogardeisk. Pero no fuimos atacados por los partisanos rusos debido a nuestro comportamiento caballeroso para con la población rusa. Así al menos rezaban las octavillas que nos fueron lanzadas desde un avión ruso (decíamos parrala o chivata)”.

Manuel Gómez Ávila era natural de Lepe (Huelva). Residió desde muy pequeño en La Palma del Condado (Huelva). Perteneció a la 7ª Cía., II Batallón, Regimiento 262 (1942-1943)

martes, 25 de mayo de 2021

Historias de gente que trabajaron en la RTCL

En esta noticia de Huelva 24 hora, José Antonio Mayo, narra la historia de una barca. Una barca en la que navegaba José Barbosa, antiguo trabajador de la RTCL. Merece la pena conocer la historia y el personaje.

ENLACE: https://huelva24.com/art/149611/la-calima-de-bacuta 




domingo, 2 de agosto de 2020

Puente romano del Palmarejo

Puente romano del palmarejo o de Fuentidueña. Término municipal de La Palma del Condado. Video de Manuel Jesús Cepeda. Recuperémoslo.
https://youtu.be/MUlpcqXLZcE

jueves, 16 de abril de 2020

El polvorín de Peguerillas

El confinamiento nos está permitiendo disfrutar de algunos de los mejores libros publicados por la Univerisidad de Huelva a través de su Servicio de Publicaciones. Para empezar esta semana, se nos presenta la posibilidad de releer la obra más completa escrita sobre Los ferrocarriles en la provincia de Huelva, dirigida por Emilio Romero Macías en 2006.


En uno de sus capítulos, dedicado a Los cables áereos de mineral en Huelva, escrito por Iván Carrasco Martiañez, y en el apartado "Otras Instalaciones", se hace somera referencia a un teleférico de menos de un kilómetro entre la estación de Peguerrillas del ferrocarril Zafra-Huelva y un polvorín militar ubicado en las cercanías.


Como la curiosidad no me falta, y ahora el tiempo tampoco, busco entre los planos que mi padre guardabada en el cajón de su mesa de despacho y que hace unos meses incorporé a mi biblioteca en una balda "cartográfica". Encontré una edición dada de "baja comercial" de las Marismas del Odiel del año 1992, en el que se distingue perfectamente, en la Marisma de las Yeguas y justo frente a la estación de Peguerillas, un "Teleférico abandonado".


INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL. 1992. 1ª edición

Teleférico abandonado en la Marisma de las Yeguas

Mi primera opción es la de contactar directamente con Emilio Romnero a través de WhatsApp, pidiéndole algo más de información, seguro de que me la  proporcionaría inmediatamente, como así fue. Primero me dice que desde la carrtera se ven todavía los pilares que sujetaban los cables y después me hace llegar dos imágenes de la Cartoteca Histórica de Andalucía en las que se ven perfectamente las instalaciones de la época y un plano constructivo del polvorín.

Cartoteca histórica de Andalucía

Cartoteca histórica de Andalucía

Comparando las imágenes del Plano de Emplazamiento de 1934 y el Plano del IGN de 1992, se aprecian, además de las distintas formas de la marisma, los distintos nombres que históricamente se han dado a los lugares:
1932                                                  1992
Isla de Cuartos                              Isla del Burro
Estero de Cuartos                         Caño Peguerillas
Canal Honda                                 Estero o Caño del Fraile
Estero de los Almendros              Caño de Burro Chico (Burrillo) 

Es apartir de ahí, cuando buscando más información en la redes, encuentro en el blog de Cristobal Llanes otra referencia del citado polvorín, que junto a diversa información y fotos que me parecen muy interesantes e ilustrativas procedo a relacionar: http://cristoballlanes.blogspot.com/

Sobre el apeadero de Renfe de la línea Zafra-Huelva: "PEGUERILLAS" 
Peguerillas es una entidad local menor situada en el límite de los términos municipales de Huelva y Gibraleón, a los que pertenece administrativamente. Se encuentra a 5 kilómetros de Gibraleón (por la carretera nacional N-431) y a 9 km de Huelva por la carretera provincial H-30. Existió en el lugar un apeadero de la línea ferroviaria Zafra-Huelva  y una escuela primaria. En la actualidad, la aldea está prácticamente deshabitada, a no ser por algunas explotaciones agrícolas en las que viven algunos trabajadores y trabajadoras. Existe también un polígono industrial y algunas empresas de servicios. Durante la guerra civil fue creado un campo de concentración franquista en unos antiguos almacenes de guano que después fueron talleres de una empresa de autobuses de línea. Los presos allí concentrados provenían mayoritariamente del campo de concentración del Puerto Pesquero de Huelva, ya saturado tras la ocupación de Cataluña. Sin servicios de ningún tipo, los presos debían ser conducidos por un camino a la Ribera del Nicoba para su aseo. También existió en esa época un almacén de explosivos.
Estación de Peguerillas
Tipo: Estación de ferrocarril
Localización: Huelva, Andalucía, España
Latitud: 37° 19' 52,3" (37,3312°) norte
Longitud: 6° 56' 56,4" (6,949°) oeste
Altitud: 6 metros (20 pies)
Se encuentra situada en el punto kilométrico 171 de la línea Zafra-Huelva y estaba clasificada como de 5ª categoría. Ésta variante en el tramo Gibraleón-Huelva, fue introducida en el año 1976.

Plano Peguerillas.
Historia y Actualidad del Ferrocarril Zafra-Huelva. José M. Jurado Almonte y Antonio Perejil Delay. Monografías Garratt 1997 

Coches de ejes 1ª y 2ª clase del Ferrocarril Zafra-Huelva


Sigo buscando en internet, y otra gran obra del Servicio de Publicaciones de la Univerisdad de Huelva, dirigida en este caso por Juan Campos en 2016: El Patrimonio Histórico y Cultural en el Paraje Natural Marismas del Odiel: un enfoque diacrónico y transdiciplinar, en uno de sus capítulos, "El Patrimonio Cultural de la Reserva de la Biosfera Marismas del Odiel", de Enrique Martínez, nos da la clave de todo. Paso el texto por su interés al caso:

"Los conocidos como Depósitos de Explosivos de Peguerillas fueron levantados por la Sociedad Unión Española de Explosivos, fruto de la fusión en 1896 de las nueve empresas que entonces operaban en España en el sector, entre ellas la ya mencionada Sociedad General de Explosivos. La autorización para ocupar la marisma la obtuvo Antonio Oliveira Domínguez, representante de la Compañía, por R.O de 15 de abril de 1906. Al objeto de construir un depósito de cápsulas y unos polvorines, se le concedieron 1.465.780 metros cuadrados de terrero, prácticamente la mitad de la Isla de Cuartos, preparándose un camino que atravesaba la isla desde el Estero de Cuartos (N) hasta el Canal Honda (S), donde se levantó un embarcadero de madera. Éste sería habilitado para el "embarque y desembarque de explosivos y de materiales de construcción [...] para la reparación o ampliación de los depósitos" por R.O. de 7 de septiembre de 1908. Según el padre Gilberto Blanco Álvarez, en 1911 eran cinco los depósitos de explosivos construidos. Las infraestructuras serían ampliadas ya en 1934 según proyecto del Ingeniero de Minas Álvaro de Llano-Ponte de la Santa Cruz, representante de la empresa y Director Facultativo de la mina "La Torerera" (Calañas), donde disponían de otro depósito. Dicha ampliación consistió en la instalación de una defensa de hormigón con pararrayos frente al depósito de cápsulas para aislarlo de los polvorines, la construcción de un nuevo polvorín con capacidad para 250 kg., un almacén de cartuchería vacía y pistones y un edificio para almacén general de envases adosado al taller de carpintería de la casa del guarda."

Enrique Martínez

Por último, y para ver como está todo actualmente sin tener que viajar (ahora no se puede), os paso el vídeo de José Antonio Portero, que a unas exiquisitas imágenes, acompaña una excelente música. 

Vídeo de José Antonio Portero.



miércoles, 18 de septiembre de 2019

Molino del Palmarejo 8 años después

La bajada del nivel de agua del pantano del corumbel nos invita a pasear por sus alrededores y tener otra imagen de nuestro término municipal. En este caso de la zona del palmarejo y su molino, junto al "puente de Villalba".

 Zona del Pantano con agua, año 2011
 El puente de Villalba ya no existe
 Nos acercamos al Molino
 
 Restos del Molino del Palmarejo
 
 Presa del Molino del Palmarejo

 

 
 Interior del Molino